Desde pequeños, nos enseñan a buscar siempre lo mejor para nosotros mismos. Y aunque eso es fundamental en la vida, también es cierto que rara vez nos enseñan cómo reaccionar frente a la adversidad.
A los 26 años fui diagnosticado con cáncer, y ese fue uno de esos momentos en los que te sentís caminando sin un sendero claro, abriendo paso entre la maleza sin un manual que te diga cómo hacerlo.
Te toca pausar tu vida por completo y enfocar todos tus esfuerzos y recursos –físicos, emocionales, económicos, familiares y mentales– en superar lo que se siente como una etapa muy dura, pero no el final de todo.
Si tuviera que mencionar un pilar esencial entre los que me ayudaron a atravesar esa etapa, después de la ayuda de Dios y las buenas energías de quienes me rodean, sería el haber ahorrado durante muchos años. Pero no me refiero únicamente a dinero. Hablo de un ahorro grande en vitalidad, salud y fuerza mental, cultivado gracias a entrenar con constancia desde que tenía 9 años, cuando empecé a competir en atletismo y a practicar otros deportes como CrossFit, Karate y Jiu Jitsu.
Y tal vez al leer esto suene “obvio” pensar que gracias al ejercicio tuve un cuerpo saludable, masa muscular y buenos niveles de distintas variables. Pero la realidad va mucho más allá de eso. Lo más importante fue haber forjado una mente y una voluntad de hierro.
En cada entrenamiento, cuando sentía que ya no podía más, me empujaba a seguir. Esa misma mentalidad me ayudó a soportar las náuseas, los mareos y el malestar de las quimioterapias, evitando que mi espíritu y mi alma se quebraran. Esa fortaleza fue clave para salir adelante.
Por eso, si estás leyendo esto, aunque quizás nunca lleguemos a conocernos, quiero que sepás algo: entrená, entrená mucho y ahorrá.
No solo dinero, sino fuerza de espíritu y determinación. Quizás te estés preparando para enfrentar algo grande que podría venir en el futuro. Y si no fuese así, igual te quedará un camino lleno de satisfacción y menos quejas por cosas efímeras. Te darás cuenta de que sos un megalodón de la lucha y la superación constante. Y ese, ese es el poder de uno.
Coach Jesús
Gold's Gym Irazú
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